Jean-Marie Le Pen, el controvertido fundador del partido francés de extrema derecha Frente Nacional (FN), ha fallecido a los 96 años. Su muerte se produce tras una larga trayectoria marcada por posturas polarizadoras y un estilo incendiario que dividió a la política francesa y generó tanto fervorosos seguidores como condenas. Le Pen, conocido por sus declaraciones sobre la inmigración, el multiculturalismo y su negación del Holocausto, dejó un legado que persistirá en la memoria colectiva.
A lo largo de su carrera, Le Pen fue un crítico acérrimo de la inmigración y un fuerte defensor de una «Francia pura». Sus intentos por reformar y revitalizar el FN transformaron el partido en una de las fuerzas políticas más influyentes del país. Sin embargo, su estilo provocador llevó a conflictos con su hija, Marine Le Pen, quien finalmente tomó las riendas del partido y lo renombró como Agrupación Nacional, alejándose de las connotaciones más extremas de su fundador.
El actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, se refirió a Le Pen como una «figura histórica de la extrema derecha» y subrayó que su papel en la vida política del país está destinado a ser juzgado por la historia. Mientras tanto, Marine Le Pen, que se encontraba lejos de la metrópoli, enfrentaba decidido desafíos políticos, remarcando el legado y las repercusiones de su polémica familia en el panorama político contemporáneo.