Masivas protestas en Siria por el vandalismo de un santuario alauíta
Las calles de varias ciudades sirias, incluyendo Damasco, se han convertido en el escenario de protestas masivas tras el ataque a un santuario alauíta en la provincia de Alepo. La indignación de los ciudadanos se desencadenó por la quema del sagrado sitio dedicado al jeque Abu Abdulá al Husein al Jusaibi, un hecho que muchos consideran un ataque directo a la comunidad alauíta, en la que tradicionalmente se ha enmarcado el régimen de Bashar al Assad, depuesto recientemente.
Testigos en Homs describen la magnitud de las manifestaciones, en donde los asistentes condenan tanto el vandalismo como la actuación de los nuevos gobiernos islamistas y yihadistas. «Es un ataque a todos los alauítas», declaró uno de los manifestantes. Las protestas han llegado a localidades como Latakia, Tartus y Baniyas, donde se concentra gran parte de la población leal al depuesto Assad.
Los manifestantes exigen responsabilidades y la expulsión de extremistas de las filas del nuevo gobierno, además de denunciar las continuas «matanzas de sirios». En respuesta a esta ola de descontento, las fuerzas de seguridad han establecido toques de queda nocturnos en Homs y Baniyas, mientras el consejo de ministros en funciones acusó a remanentes del antiguo régimen de orquestar estos disturbios para desestabilizar el país. La situación en Siria, marcada por un conflicto en curso, sigue siendo volátil e incierta.

