El presidente electo de Mozambique, Daniel Chapo, ha hecho un llamado urgente a la unidad y a la no violencia en medio de disturbios poselectorales que han dejado más de un centenar de muertos desde su victoria en las elecciones del 9 de octubre. Chapo, representante del partido Frelimo, que ha gobernado desde la independencia del país en 1975, expresó su deseo de ser “el presidente de todos” y se comprometió a trabajar para restaurar la normalidad en el país.
Los problemas comenzaron tras la ratificación por parte del Consejo Constitucional de los resultados de las elecciones, que dieron a Chapo un 65,17% de los votos. Esto provocó protestas de la oposición, que denuncia irregularidades y falta de transparencia en el proceso electoral. La violencia ha estallado especialmente en la capital, Maputo, y en otras ciudades como Matola y Nampula, exacerbando una crisis que ya había cobrado la vida de más de 250 personas en las últimas semanas.
Chapo lamentó los episodios de violencia y la destrucción de bienes, advirtiendo que estas acciones solo agravan el sufrimiento de los ciudadanos y contribuyen a un aumento en el desempleo y la pobreza. Agradeció a quienes ya han comenzado a retirar barricadas, así como a las fuerzas de seguridad que han intentado contener los disturbios, instando a todos los mozambiqueños a trabajar juntos por un futuro mejor.

