El año 2024 fue devastador para el sector agrícola en México, con un panorama sombrío que preocupa a los productores. Baltazar Hernández Encinas, presidente de la Unión de Productores del Valle del Carrizo, expresó que, sin un cambio en la política agropecuaria del Gobierno Federal, la agricultura nacional enfrenta una desaparición inminente. «Llevamos dos años siendo arrastrados hacia una crisis y parece que solo esperan el momento de dar el tiro de gracia», afirmó de manera contundente.
Los desafíos son múltiples: escasez de agua, dificultades para acceder a créditos y pagos insuficientes por sus cosechas. Los agricultores sienten un profundo descontento. Hernández citó el caso de un productor que, tras experimentar pérdidas consecutivas, ha decidido que este será su último año cultivando. «Estamos en la lona, sin justicia ni rentabilidad. Los que sembramos trigo somos los más perjudicados», lamentó.
La contradicción en el discurso gubernamental es evidente. Aunque se promete trabajar por la autosuficiencia alimentaria, las acciones parecen ir en dirección opuesta. «El Gobierno está acabando con la actividad productiva y empujando al sector hacia la dependencia de las importaciones», advirtió Hernández, aludiendo a la potencial adversidad que enfrentan los agricultores mexicanos en un contexto donde tienen el potencial para prosperar.