Montenegro considera un control de armas tras una masacre que dejó 12 muertos
Montenegro enfrenta una grave crisis de seguridad tras un tiroteo en Cetiña que resultó en la muerte de 12 personas, incluidos dos niños. En respuesta, el Consejo de Seguridad Nacional se reunió para abordar el alto número de armas ilegales en el país, donde se estima que hay alrededor de 620,000 armas en manos de la población.
El atacante, Aco Martinović, de 45 años, empleó una pistola ilegal de 9 mm en el incidente, que dejó además a cuatro personas gravemente heridas. Tras un altercado en un bar, Martinović regresó a su hogar en busca de su arma y comenzó a disparar indiscriminadamente. Posteriormente, se quitó la vida, generando una ola de indignación en la sociedad montenegrina.
La cultura de posesión de armas en Montenegro es una de las más altas del mundo, ocupando el sexto lugar global en armas ilegales per cápita. El tiroteo ha desatado un clamor por reformas legislativas que restrinjan el acceso a armamento y cuestionen la capacidad del gobierno para manejar la crisis de violencia. Las autoridades han prometido acciones inmediatas para confiscar armas ilegales y revisar las leyes actuales.
La conmoción por la tragedia ha llevado a la ciudadanía a encender velas en memoria de las víctimas y a organizar protestas exigiendo respuestas. El luto colectivo resalta una profunda frustración con respecto a la seguridad y la protección estatal, evidenciando la necesidad de un cambio estructural en la gestión de la violencia en el país.
