El conflicto entre Israel y Gaza se intensifica con un nuevo bombardeo que dejó al menos 61 muertos, incluyendo muchos civiles. Este ataque se produce en un momento en que Hamas ha anunciado el inicio de negociaciones indirectas para un alto al fuego en Doha, Qatar. Las víctimas incluyen mujeres y niños, y uno de los fallecidos es el periodista Omar al-Derawi, quien fue homenajeado por sus colegas al colocar su chaleco de prensa sobre su sudario.
Las cifras de impacto humanitario son alarmantes. Desde el inicio del conflicto, más de 45,000 palestinos han perdido la vida y 108,000 han resultado heridos. La Oficina de la Organización Mundial de la Salud ha documentado la gravedad de la situación, alertando sobre 654 ataques a instalaciones sanitarias en Gaza. En paralelo, la violencia se ha extendido a Cisjordania, donde se han reportado asesinatos relacionados con enfrentamientos entre fuerzas de seguridad palestinas y grupos armados.
En un giro adicional, la Autoridad Nacional Palestina ha decidido suspender las emisiones de Al Jazeera, cerrando sus oficinas en Cisjordania. Este movimiento se justifica, según las autoridades, por el contenido que consideran desinformativo. La decisión ha sido fuertemente criticada por organismos de derechos humanos que ven en ello una estrategia para reprimir la libertad de expresión durante tiempos de crisis.