Trump considera el uso de fuerza militar para expandir la influencia de EE.UU.
En una reciente conferencia de prensa llevada a cabo en Mar-a-Lago, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reveló su intención de retomar el control del Canal de Panamá y anexionar Groenlandia, utilizando presiones tanto militares como económicas. Esta declaración, que se alinea con su agenda expansionista tras su victoria electoral el 5 de noviembre, marca una notable desviación de las políticas anteriores que priorizaban la autodeterminación.
Trump subrayó la importancia estratégica del Canal de Panamá, enfatizando su vitalidad para la seguridad nacional estadounidense. Aunque el Canal ha estado bajo control panameño desde 1999, Trump no descartó la posibilidad de recurrir a la fuerza para asegurar el control. De igual forma, Groenlandia, que es un territorio autónomo de Dinamarca, también se encuentra en su punto de mira, con el magnate señalando que la anexión sería beneficiosa para la seguridad estadounidense.
La comunidad internacional, sin embargo, ha reaccionado a sus declaraciones. El canciller panameño afirmó que la soberanía sobre el canal es irrenunciable, mientras que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, instó a que cualquier interés en Groenlandia se realice de una manera que respete los deseos de su población. Además, Trump también presionó a los miembros de la OTAN para incrementar sus gastos de defensa, lo que ha generado tensiones en la alianza militar.
